Montgó

Declarado Parque Natural en 1987, abarca una extensión de 2117.68 ha y se eleva hasta los 753 metros de altura. Testigo del paso del hombre desde épocas ancestrales posee un elevado valor cultural y arqueológico. El Montgó alcanza el mar en el Cabo de San Antonio, el cual a sus pies da cobijo a la Reserva Natural de los fondos marinos que lleva su nombre, declarada en 1994 por la importancia de sus fondos y la biodiversidad que estos albergan.

Hábitats: Desde el punto de vista geológico, el Montgó pertenece a la última unidad de la cordillera Pre-bética que acaba en el mismo cabo de San Antonio. Los materiales que se pueden observar tienen una edad comprendida entre los 70 millones de años del cretácico inferior y los más modernos entre 5 y 10 millones de años de las últimas etapas del cuaternario. Es precisamente lo relevante de su estatigrafía lo que ha hecho que el Montgó sea considerado como Lugar de Interés Geológico (GEOSITE).

El Montgó surgió a partir de las impresionantes fuerzas que se produjeron al encontrarse dos placas continentales: la africana y la europea. Su estructura se debe a una suave flexión sinclinal, un poco volcada al norte y truncada por dos fallas, una en el norte (Dénia) y otra en el sur (Xàbia) de fuerte desplazamiento vertical y orientación aproximada este-oeste. Se trata por tanto, de un relieve estructural invertido, de tipo sinclinal en la cima, y elevado tectónicamente en su conjunto por las dos fallas indicadas.

Los agentes erosivos: viento, lluvia, olas, nieve… actuando sobre los diferentes tipos de roca que lo forman, con diversas características litológicas, han ido esculpiendo la morfología que hoy podemos ver. Además la naturaleza caliza de la roca favorece la formación de multitud de cuevas, abrigos, lapiaces… etc. debidas a fenómenos de Karstificación (disolución de las rocas calcáreas por parte del agua).

Destacan por su espectacularidad, los acantilados que se precipitan desde las planas del cabo de San Antonio, modelados por la constante erosión del mar contra las duras rocas que forma estos bruscos e impresionantes cortados. Son reflejo de la incesante lucha entre las fuerzas de la naturaleza: mar y montaña, como dos titanes enzarzados en un continuo desafío, que devuelve al ser humano a la escala insignificante que ocupamos en la naturaleza, y de la que nos hacemos conscientes en la tranquila contemplación de estos magníficos paisajes.

El Montgó surgió a partir de las impresionantes fuerzas que se produjeron al encontrarse dos placas continentales: la africana y la europea. Su estructura se debe a una suave flexión sinclinal, un poco volcada al norte y truncada por dos fallas, una en el norte (Dénia) y otra en el sur (Xàbia) de fuerte desplazamiento vertical y orientación aproximada este-oeste. Se trata por tanto, de un relieve estructural invertido, de tipo sinclinal en la cima, y elevado tectónicamente en su conjunto por las dos fallas indicadas.

Flora: Destaca por sus más de 650 especies de flora, entre las cuales encontramos endemismos como el Carduncellus dianius.

En las cumbres del Montgó, crecen el coscojar y el romeral con abundancia de espliego dentado. El coscojar está constituido por grandes arbustos como la coscoja (Quercus coccifera) el lentisco (Pistacia lentiscus), el aladierno (Rhamnus alaternus), etc.; y el romeral lo forman el romero (Rosmarinus officinalis), el brezo (Erica multiflora) , la aliaga (Ulex parviflorus), el espliego dentado (Lavandula dentata) o la estepa blanca (Cistus albidus), entre otros. Estas comunidades de arbustos sustituyen al carrascal, comunidad con un estrato arbóreo dominado por la carrasca (Quercus ilex rotundifolia), de cuya presencia únicamente queda constancia en las áreas más recogidas y con suelos profundos, donde la mano del hombre y el fuego han llegado con menor frecuencia. El primitivo carrascal mediterráneo, antes de su sobreexplotación por parte del hombre, sería el bosque dominante en la zona.

Los acantilados de la umbría presentan unas condiciones de humedad elevada, aislamiento e inaccesibilidad, que permiten el crecimiento de numerosos endemismos como la hierba de herradura (Hippocrepis valentina), la escabiosa rupestre (Pseudoscabiosa saxatilis), la Sanguisorba ancistroides o la Sarcocapnos saetabensis. Cuando la pendiente se suaviza aparecen especies arbustivas y lianas que forman la espesa maquia típica de la umbría: la madreselva (Lonicera implexa), zarzaparrilla (Smilax aspera), el rosal silvestre (Rosa sp.), el durillo (Viburnum tinus), el fresno de flor (Fraxinus ornus) o el espino blanco (Crathaegus monogyna.), son típicos de esta zona más fresca y húmeda

En rellanos de mayor superficie se desarrolla la comunidad de sabina negral (Juniperus phoenicia) y de palmito (Chamaerops humilis) la única palmera que crece silvestre en Europa y es indicativa de la bonanza del clima en el litoral mediterraneo. En los acantilados de la solana se sitúan comunidades que se componen de especies adaptadas a la escasa humedad ambiental, la elevada insolación y las altas temperaturas, como es la comunidad de Chaenorrhium crassifolium y Teucrium hifacense. Mientras que en los acantilados del cabo de San Antonio se desarrollan comunidades caracterizadas por plantas adaptadas a vivir en fisuras, grietas y rellanos del acantilado, y a soportar en mayor o menor grado la salinidad de las salpicaduras de las olas. Muchas de estas plantas, altamente especializadas en condiciones extremas, son endémicas exclusivas de esta zona, o compartidas con las islas Baleares, con características climáticas y orográficas muy similares a las de aquí. Así encontramos especies tan interesantes como la Silene de Ifach (Silene Ifacensis), el enebro marino (Juniperus oxycedrus subsp. macrocarpa), la Sucowia balearica, la alfalfa arbórea (Medicago citrina) o el cardo de peña (Carduncellus dianius) una planta que, a nivel mundial, únicamente crece en este punto de la peninsula Ibérica y en alguna localidad de Ibiza.

En la banda más próxima al mar, se desarrolla la comunidad de hinojo marino (Crithmum maritimum) y la zanahoria marina (Daucus gingidium) acompañados de especies endémicas de siemprevivas (Limonium rigualii). En zonas con menor pendiente crecen interesantes endemismos diánicos como la correhuela valenciana (Convolvulus valentinus), y diánico-pitíusicos como la Centaurea rouyi

Tanto en Les Planes como en las laderas crecen el coscojar y el romeral, pero entremezclados con repoblaciones de pino carrasco (Pinus halepensis). Abundan también jarales de estepa blanca (Cistus albidus) y negra (C. Monspeliensis) indicadores de zonas que han sufrido incendios más o menos recientes en las últimas décadas. Se siguen conservando restos de cultivos de secano que recuerdan el no muy lejano pasado agrícola cuando almendros (Prunus dulcis), olivos (Prunus dulcis) , algarrobos (Ceratinia siliqua) , higueras ( Ficus carica) y viñas (Vitis vinifera) de preciado moscatel, se extendían por todas las tierras fértiles de valles y laderas de montañasde toda la Marina Alta.

Fauna: En los acantilados marinos del Cabo de San Antonio, es residente habitual el cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis) con una cita de nidificaciónen el año 2006 que confirma la expansión de esta especie en nuestro litoral durante las últimas decadas. El cernícalo vulgar (Falco tinnunculus), y el halcón peregrino (Falco peregrinus) buscan los huecos en las rocas para ubicar sus nidos entre una algarabía de gaviotas patiamarillas (Laurus michahellis), aquí hiberna la gaviota de Audouin (Larus audouinii) y se observan otras muchas aves por ser un importante lugar de paso de especies migratorias.

En los roquedos se localizan córvidos como el cuervo (Corvus corax) o la grajilla (Corvus monedula) que forma ruidosos bandos, y rapaces entre las que destaca la presencia del águila perdicera (Hieraaetus fasciatus) con una pareja nidificante en los cortados de solana, el halcón común (Falco peregrinus) que se alimenta de diversas especies de aves a las que caza en rapidísimos picados, y varias parejas de búhos reales (Bubo bubo), esta impresionante rapaz nocturna con una envergadura de más de 1.70 m. se puede alimentar de ratas, erizos o incluso gaviotas, cuando escasea su presa principal: el conejo .

Entre los coscojares y pinares encuentran refugio y alimento numerosas especies de aves y mamíferos. Entre las aves destacan los páridos – carbonero común (Parus major), carbonero garrapinos (P. ater), herrrerillo (P. cristatus) – consumidores degrandes cantidades de insectos que podrían llegar a convertirse en plaga al igual que las distintas especies de currucas (Silvia ssp.), o los curiosos piquituertos (Loxia curvirostra) que con su especializado pico extraen los piñones del interior de las piñas y los parten. Las pinadas que han sobrevivido a los incendios pueden albergar al cárabo (Strix aluco).

Mamíferos: destacan el erizo (Erinaceus europaeus) desafortunadamente muy vulnerable a los atropellos sobre todo en época primaveral, el conejo (Oryctolagus cuniculus) animal básico en la alimentación del búho real , el tejón (Meles meles), o el cada vez más abundante jabalí (Sus scorfa), también carnívoros como el zorro (Vulpes vulpes) y la gineta (Genetta genetta) que también depende en cierta medida de la abundancia de conejos y roedores. Uno de los animales más curiosos e interesantes, que habitan las cuevas del Montgó son los murciélagos; estos mamíferos voladores ocupan un destacado lugar en los ecosistemas del parque y sus alrededores ya que consumen importantes cantidades de insectos durante sus cacerías nocturnas. Entre las especies más destacadas está el murciélago patudo (Myotis capaccinii), un quiróptero en peligro de extinción que tiene una de sus cuevas de cría más importantes en el Montgó.

Debido a la escasez de depósitos de agua más o menos permanentes – sin contar con las piscinas de las viviendas próximas al Parque – los anfibios son poco frecuentes, destacan el sapo común (Bufo bufo) y el sapo corredor (Bufo calamita). Los reptiles son más abundantes, tales como la lagartija colilarga (Psammodromus jeanneae), el lagarto ocelado (Lacerta lepida), o la culebra bastarda (Malpolon monspessulanus) que alcanza fácilmente los 2 metros de longitud, aunque el único ofidio que puede representar un problema para el ser humano por su toxicidad es la víbora hocicuda (Vipera latasti) poco frecuente en el Montgó. Es de destacar la presencia del eslizón ibérico (Chalcides bedriagai) curioso animal a medio camino entre una culebrilla y una lagartija, que encuentra su hábitat ideal entre la hojarasca de las pinadas.

Aves: los mochuelos (Athene noctua), lechuzas (Tyto alba) que se alimentan de pequeños roedores como el ratón moruno (Mus spretus), que también sirve de alimento a ofidios como la culebra de escalera (Elaphe scalaris).

Invertebrados: destacan las comunidades de gasterópodos, y de insectos, ambas con gran riqueza en especies.

Teléfono: 966467155 CAMÍ DE SANT JOAN, S/N. FINCA DEL BOSC DE DIANA 03700 – Dénia

parque_montgo@gva.es      http://parquesnaturales.gva.es

http://www.agricultura.gva.es/web/pn-el-montgo

124 Cabo de San Antonio (Ruta roja)

Distancia: 1,5 Km. Duración: 30 minutos. No apta para realizar en bicicleta.

Descripción: Comenzamos desde el mirador situado al final de la carretera del cabo de San Antonio, situado 100 m antes de llegar al faro; desde aquí, cogemos un senderito que baja suavemente hasta llegar a la cala de Tangó al lado mismo del puerto de Jávea.

A lo largo del camino podemos admirar múltiples valores naturales: una pinada de pino carrasco bien conservada, y que representa el bosque mediterráneo cercano al mar, acompañado por un matorral mediterráneo de gran diversidad formado por aladiernos, espliegos dentados, matas de lentisco, romeros, tomillos, palmitos y numero-sas plantillas y flores que engalanan la senda a lo largo del recorrido.

Además, mientras caminamos, podemos disfrutar del impresionante paisaje que ofrecen los acantilados de la costa, donde el mar mediterráneo se encuentra con la montaña del Montgó, creando uno de los entornos más idílicos de la costa de levante.

Y al finalizar este tranquilo paseo, podemos completar la caminata bañándonos, si el tiempo nos lo permite, en la preciosa cala de Tangó, que nos espera con sus aguas transparentes y que esconde el ecosistema más diverso del mare nostrum: las praderas de Posidonia oceanica, los populares «alguers» que mantienen a su alrededor numerosas especies de fauna submarina, y que forman parte de la reserva marina del cabo de San Antonio y que nos sorprenderá si nos sumergimos con unas sencillas gafas y un tubo de buceo.

125 Les Planes (Ruta verde)

Distancia: 1,5 Km. 4.5 Km. Duración: 1 h 30 minutos. Apta para realizar en bicicleta

Descripción: Esta ruta se inicia en el área recreativa, situada 700 metros antes de llegar al faro del Cabo de San Antonio a la izquierda. Observaremos una zona de aparcamiento, junto a la carretera, bajo los pinos. El área está equipada con bancos y mesas a la sombra de los árboles, dispone de agua potable y servicios (para hacer uso de estos debe solicitarse previamente al ayuntamiento de Javea). Desde allí comienza la ruta por el camino que se adentra en las pinadas de pino carrasco (Pinus halepensis), la vegetación más relevante de esta zona es el romero (Rosmarinus oficinalis), el brezo (Erica multiflora), y la lavanda (Lavandula dentata), acompañados por el palmito (Chamaerops humilis) y las estepas (Cistus monspeliensis, C. albidus).

Si realizamos la ruta al final del invierno o en primavera, podremos disfrutar de un entorno con gran diversidad de plantas con multitud de flores que complementan el ecosistema de pinada y matorral mediterráneos.

Llegaremos a un antiguo cuartel de carabineros hoy en ruinas, este enclave se utilizaba para la vigilancia del litoral, especialmente para el control de los barrancos y calas escondidas que servían para esconder mercancias de contrabando. Continuaremos a la izquierda, en dirección sur hasta el Santuario de la «Mare de Deu dels Angels» cuyo edificio actual fue un convento de jerónimos hasta fechas recientes, y ahora sirve como casa de espiritualidad. Según la tradición el cuadro de la Virgen de los Ángeles que preside la Iglesia, fue encontrado por unos cazadores en el hueco de un algarrobo, donde habría sido escondido por los monjes para evitar su saqueo por parte de piratas berberiscos.

Siguiendo el camino de los cipreses, se llega al paraje de los molinos, se trata de un conjunto de torres de molinos de viento, único en toda la Comunidad Valenciana. El Más antiguo parece ser que data de finales del S. XIV, son ejemplo del aprovechamiento, por parte del hombre, de la energía eólica y el último estuvo en funcionamiento hasta 1911. Desde este punto divisaremos una amplia panorámica de la bahía de Xabia, las montañas de la Granadella , el Puig de la Llorença, con la punta del peñón de Ifach asomando al fondo, la sierra de Bèrnia más a la derecha y detrás Aitana: unas vistas espléndidas que resumen el carácter montañoso de la comarca de la Marina Alta.

Volveremos al área recreativa por la calle penaguila que va desde el final del camí del monestir en dirección este, hasta la calle «cuesta del cabo San Antonio»; pasaremos junto a bancales de almendros, viñas y algarrobos, abandonados en su mayoría y las casas de labranza que han sido reformadas, hasta encontrar de nuevo la carretera del cabo, cruzándola y siguiendo el camino de enfrente volveremos al punto de partida en el área recreativa.

126 La Cova de l’Aigua y el Racó del Bou (Ruta amarilla)

Distancia:3.5 Km. Duración: 3 h. 30 min. Dificultad: media No apta para realizar en bicicleta

Descripción: Se inicia la ruta en la ermita que se construyó en los años 80, junto a la caseta del Pare Pere (S. XVII), curioso refugio donde el celebre personaje de Denia se retiraba a rezar, y donde podemos contemplar la historia de este franciscano, representada en cerámica valenciana. A pocos metros de esta, empieza el camino de la colonia, hay una cadena que impide el acceso al parque de vehículos motorizados, y desde aquí comenzaremos la tranquila ascensión por esta cómoda pista.

El camino serpentea atravesando la hoy abandonada colonia agrícola del Montgó, que en el primer tercio del siglo XX se destinó a la producción de uva moscatel. La zona ha sido afectada por varios incendios cuyas huellas se aprecian a lo largo de toda la ruta, aunque también observamos el empecinamiento de la naturaleza por recuperarse frente a estas agresiones: lentiscos (Pistacia lentiscus) ,coscojas (Quercus coccifera) ,estepas (Cistus sp.), zarzaparrillas (Smilax aspera), espliego dentado (Lavandula dentata), orquídeas de varios géneros…etc. , todas ellas especies típicas del matorral mediterráneo, se afanan por recuperar la cubierta vegetal de la zona.

Llegaremos a una bifurcación de esta pista y tomamos el camino de la izquierda, hacia el este. Aproximadamente a 200 m., parte una estrecha senda a la derecha que asciende hasta el pie de los paredones de esta cara Norte del Montgó. En esta zona, de ambiente bastante húmedo y fresco, excepto en los meses estivales, es frecuente la presencia de helechos como el polipodio (Polipodium cambricum), o plantas como el rusco (Ruscus aculeatus), y otras muchas típicas de las zonas humedas de las montañas mediterráneas; destaca la vegetación rupícola de carácter endémico como la «herba santa» (Carduncellus dianius), el «desferracavalls» (Hipocrepis valentina) o la escabiosa de roca (Scabiosa saxatilis),entre otras. No debemos olvidar que nos encontramos en una microrreserva de flora, y que muchas de estas plantas que nos rodean están estrictamente protegidas.

Conforme ascendemos, el paisaje se hace más impresionante, y podremos abarcar con la vista, todo el golfo de Valencia, las montañas de la Safor, Cullera, el Mar Mediterraneo y, en días claros la Isla de Ibiza, al este en el horizonte.

Una vez alcanzada la base de los paredones, para llegar a la Cova de l’aigua tendremos que tomar la bifurcación de la senda que va hacia el este, y llegamos a unas empinadas escaleras que nos conducirán a la cueva, antes de entrar en esta, encontraremos una inscripción romana incisa en la roca datada en el 238 a. C, y que esta protegida por una reja metálica. Un poco más arriba, siguiendo las escaleras, se entra en la cueva que recoge en su interior el agua de lluvia filtrada por la roca caliza que forma el Montgó; el agua es retenida por un estrato de arcillas margosas impermeables. En tiempos pasados esta pequeña cueva se acondicionó para hacerla servir como depósito de agua, que después se aprovechaba canalizándola para el consumo humano, e incluso para regar pequeñas huertas a los pies del Montgó.

Volviendo sobre nuestros pasos y siguiendo siempre las bifurcaciónes de la senda en dirección oeste, recorreremos la parte más frondosa de la umbría del Montgó, y podremos ver algunas de las especies más escasas del parque como fresnos de flor (Fraxinus ornus), durillos (Viburnum tinus) o cornicabras (Pistacia terrebintus). Poco a poco iremos descendiendo hasta el Racó del Bou o de l’ull de Bou, así llamado por la forma que tienen los paredones desde este punto, donde volveremos a tomar el camino de la colonia que nos devolverá a la ermita del pare Pere.

127 Camí de Colonia-Cova del Gamell (Ruta azul)

Distancia: 5.154,2 m. Duración: 80min. (Sólo ida) Dificultad: Baja

Inicio: Pare Pere / Camí Colonies Final: Cruce ruta 6

Recorrido: Pare Pere, Cruce cova de L’aigua, Cova del Camell y cruce ruta 6.

Derivación: Podremos visitar el Pare Pere que esta situado a 120m del inicio de la ruta. (769.760,98E-4.301.301,03N). A 1.295m del punto de salida encontramos un sendero que sube hacia la derecha, siguiendo este sendero durante 430m legaremos a la Cova de L’aigua. (769.962,34E-4.300.747,32N)

Descripción: La ruta se inicia por el camino de la Colonia en el mismo punto que la Ruta amarilla y la ruta naranja. Se sigue esta pista ancha ascendiendo hasta llegar a los 200m. de altitud aproximadamente, donde tomamos el desvío a la izquierda y seguimos las indicaciones de «Cova del Gamell» .

A partir de este punto la ruta siempre síguela pista forestal que era el antiguo camino de la Colonia agrícola del Montgó y que serpentea por la ladera de la montaña sin prácticamente ninguna pendiente hasta llegar a una pedriza junto a la Cova del Gamell, que toma el nombre de los antiguas abrevaderos de ganado llamados «Gamelles».

Este bonito camino nos regala unos bellos paisajes de todo el golfo de Valencia a lo largo de los 5 Km que lo forman. Justo antes de la Cueva del Gamell, en un recodo, encontraremos un antiguo horno para hacer cal de las piedras de la montaña. Desde la cueva se puede seguir la senda que sube por la pared del barranco y continúa unos 200 m. hasta el cruce con la ruta gris, que se dirige a la cima.

 128 CAMPO DE TIRO- CIMA (RUTA GRIS)

 Distancia: 3874,3 m. Duración: 1h 45min. Dificultad: Alta

Descripción: Empezaremos la ruta en el Campo de tiro de Denia, al que se accede por una pista de tierra desde la CV -736, junto a la entrada de los aparcamientos está señalizada el principio de la ruta. Se continúa por la senda que llega hasta una pista ancha, y se sigue a la derecha hacia el Montgó; la pista de grava lleva a un sendero muy pedregoso que va ganando altura en zigzag. En el último tramo la senda se complica al discurrir por la cresta de roca caliza antes de llegar a la cima, en este tramo el camino se complica considerablemente, pasando junto a importantes desniveles y zonas en las que se hace necesaria la ayuda de las manos para trepar por algunas rocas. Finalmente se alcanza la cima del Montgó donde en días despejados se puede disfrutar de un inmenso paisaje que recompensará el esfuerzo realizado.

A lo largo de la ruta, además de las visitas que nos ofrece este singular macizo, podemos conocer algunas de las singularidades botánicas del parque natural, que crecen entre las rocas y el matorral mediterráneo. La vegetación que cubre la escasa tierra de las laderas y la cima del Montgó, es una superviviente tras siglos de erosión y sobreexplotación del bosque mediterráneo que ocuparía estos hábitats antes de que nuestra especie llegara aquí. Con un poco de suerte también podremos disfrutar del vuelo de rapaces como el águila perdicera o el halcón peregrino.

129 TORRE DEL GERRO- MOLINS (RUTA MARRÓN CLARO)

Distancia: 3918m. Duración: 55 min. Dificultad: Baja

Inicio: Carretera de Les Rotes (Denia) Final: Els Molins de la Plana (Xàbia)

Descripción: El aparcamiento recomendado y punto de inicio de la ruta se sitúa casi al final de la carretera de las Rotas en Denia, frente al restaurante «Mena» desde aquí, 30 m. a la izquierda se toma la C/ Vía Láctea y tras recorrer unos 800m. de pendiente pronunciada llegamos a la Torre del Gerro, antigua torre de vigía para el control de las incursiones de piratas berberiscos en los siglos XVII y XVIII.

Detrás de la torre una señal indica la senda, a lo largo de la cual iremos recorriendo una zona afectada por el último incendio de verano del 2014, siguiendo la señalización seguimos por un sendero pedregoso, pero sin pendiente, que llega hasta una antigua casa de labranza en ruinas. En este punto la senda se convierte en un camino de tierra ancho que llega a la carretera del Cabo de San Antonio. Cruzamos por el camino asfaltado del frente y lo seguimos entre casas y antiguos cultivos de secano hasta llegar a los molinos, construcciones típicas de la comarca de la Marina Alta que nos recuerdan la importancia que tuvo el cultivo de trigo en el pasado, y que están en proceso de restauración.

Esta ruta nos da una visión general del macizo del Montgó, las Planas del Cap de Sant Antoni, y la Reserva Natural Marina.

130 CAMINO COLONIA – CIMA (RUTA NARANJA)

Distancia: 6.103m. Duración: 3h 05 min. Dificultad: Alta

Inicio: Pare Pere Final: Cima Montgó.

Descripción: La ruta comienza en el inicio de la pista del Camí de les Colònies junto a la ermita del Pare Pere, al llegar a la bifurcación tomamos el camino de la derecha en dirección al Racó del Bou. Continuaremos por la senda indicada por las señales, a partir de este punto la senda va ganando en altura y pendiente entre pinos, estepas y flora endémica. Al llegar a una bifurcación de la senda tomamos la dirección hacia la «Cima». A partir de este punto se complica la ascensión debido a la pronunciada pendiente, y las piedras sueltas de la senda, por lo que deberemos extremar la precaución, y en algunos puntos nos veremos obligados a usar las manos.

Llegaremos a la señal que indica el desvío hacia la cima, de manera que siguiendo la senda que recorre la loma del Montgó llegaremos al desvío que indica a la creueta de Denia, que se encuentra tras las rocas, a unos pocos metros de este punto. Siguiendo por la senda principal llegamos a la cima del Montgó donde podremos disfrutar de unas maravillosas vistas del litoral e incluso de las islas Baleares.

 131 JESUS POBRE-CIMA (RUTA VERDE CLARO)

Distancia: 6270m. Duración: 3h 45m. Dificultad: Alta

Inicio: Camí Mitjans (Jesús Pobre) Final: Cima Montgó

Descripción: La ruta empieza por el camino dels mitjans, en Jesús Pobre, desde donde tomamos el camino empedrado que pasa junto a un depósito de agua contra incendios, y a los 500 m. se tranforma en una natigua pista forestal muy erosionada y donde la pendiente empieza a incrementarse. Una vez acabada esta pista, a unos 350m. de altitud, podemos observar las vistas de un bello paisaje con la población de Jesús Pobre en primer término. A partir de aquí el camino se convierte en una estrecha senda de montaña.

Siguiendo el trazado de la senda inicio nos encontramos con la muralla ïbera del S, II A.C. que hace siglos protegía el poblado de la «Penya de l’àguila». Dejando atrás estos restos arqueológicos, encontramos el cruce con la ruta naranja (Camino de la Colonia – Cim).

Siguiendo la senda que recorre toda la loma del Montgó. llegaremos al cartel donde estará la derivación que nos lleva a la Creueta de Denia. Para acceder a esta debemos abandonar la senda y ascender entre rocas hasta el promontorio donde se encuentra la cruz metálica. Si continuamos por la senda principal llegamos al vértice geodésico que nos indica la cima del Montgó a 753 m. de altura sobre el nivel del mar, desde donde podremos disfrutar de unas maravillosas vistas del litoral e inclusos de las islas Baleares.

Además de las tres rutas autoguiadas que ya se han descrito en la web, en el Parque Natural podemos encontrar otras alternativas para pasar un buen día y disfrutar del entorno del Montgó.

A continuación se puede descargar un mapa general con todas las rutas de senderismo y la ruta «Vuelta al Montgó en bici»

http://www.agricultura.gva.es/web/pn-el-montgo/otras-rutas

http://www.agricultura.gva.es/web/pn-el-montgo

Información extraida de: www.cth.gva.es

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