Serra d´Irta

La Serra d´Irta

La Serra d´Irta está formada por dos alineaciones montañosas paralelas al mar y separadas por el valle de l´Estopet, que alcanzan la máxima altura a 573 metros en el pico de Campanilles.

Podemos destacar tres ambientes.

Litoral: Formado por las costas rocosas de acantilados medios y costas bajas de playas de grava y arena, siendo uno de los ambientes más interesantes.

Matorral y bosques: Los matorrales litorales y los pinares de pino carrasco son uno de los ambientes de mayor representación en la Serra d´Irta.

El ambiente de matorral litoral agrupa a toda la vegetación típìca de matorral, como el lentisco (Pistacia lentiscus), el palmito (Chamaerops humilis) y la coscoja (Quercus coccifera), en formaciones que varían progresivamente la cobertura.

Las mayores masas forestales arboladas se encuentran en la porción occidental de la sierra, entre los términos municipales de Alcalà de Xivert y Santa Magdalena de Pulpis, en la zona de l´ Ametler.

Agrícola: Estas zonas de cultivo son muy abundantes en toda la sierra en donde son destacables los numerosos abancalamientos existentes, mayoritariamente ocupados por almendros, olivos o algarrobos. La mayor parte de estos cultivos en bancales se encuentran abandonados, por lo que especies de carácter forestal los han colonizado dando lugar a una mayor variedad de hábitats que repercuten en una mayor riqueza de especies.

Flora: paisaje típicamente mediterráneo donde predominan los matorrales dominados por el palmito (Chamaerops humilis) y donde las únicas formaciones forestales son pinares de pino blanco (Pinnus halepensis), que han sustituido a los carrascales, vegetación potencial de la sierra. Los pinares de la sierra son arboledas que están acompañadas de lentisco (Pistacia lentiscus) y coscoja (Quercus coccifera). Es curioso encontrar en el interior de la sierra una olmeda acompañada de algunos chopos, pero la abundancia de agua en esta zona debido a la confluencia de dos barrancos , lo hace posible.

La formación vegetal dominante es la máquia litoral, formada por el lentisco (Pistacia lentiscus), el espino negro (Rhamnus lycioides) y otros arbustos perennifolios y esclerófilos de hoja pequeña que a menudo dan lugar a una trama de vegetación impenetrable.

También crecen magníficas poblaciones de palmito (Chamaerops humilis) únicas palmeras autóctonas europeas que forman la primera barrera frente al mar.

Microreservas: una de ellas se localiza en Cala Argilaga donde crece el relojillo (Erodium sanguischristi) y la otra en los acantilados.

Fauna: En el Parque Natural de la Serra d’Irta destacan como grupo faunístico las aves por ser el más numeroso y diverso. Las especies que viven en el matorral son las más abundantes como por ejemplo las diferentes especies de curruca ( Sylvia spp.).

También constituyen unas buenas poblaciones las rapaces tanto diurnas como nocturnas destacando el águila perdicera ( Hieraaetus fasciatus), el cernícalo vulgar (Falco tinnunculus), el ratonero (Buteo buteo) y el águila culebrera (Circaetus gallicus)

En el ambiente litoral es donde aparecen especies de mayor relevancia por estar catalogada como especie vulnerable sería el caso de la gaviota Audouin (Larus audouinii) y por la sensibilidad a la alteración de su hábitat el cormorán grande (Phalacrocórax carbo).

Mamíferos: destaca la ardilla roja (Sciurus vulgaris), el jabalí (Sus scrofa), el zorro (Vulpes vulpes), la gineta (Genetta genetta) y el tejón (Meles meles).

Ruta azul: Paseando por la costa

Distancia: 1.7 km. Dificultad: baja

A 5,5 km de Peñíscola en dirección Font Nova, llegamos a un abrupto acantilado donde se encuentra la antigua torre vigía denominada de Abadum o Badum. Seguimos descendiendo por la pista hasta encontrarnos con el cuartel de carabineros, antiguo edificio construido para controlar el contrabando, aquí observamos la única playa de arena dentro de la Serra d´Irta, y en ella una de las pocas dunas del litoral castellonense con la vegetación propia de este ecosistema. Aquí tenemos habilitada una zona de aparcamiento donde dejar el vehículo y comenzar el itinerario a pie disfrutando de un espectacular paseo por las calas y los acantilados.

Primera parada: Una pequeña cala de gravas nos permite acercarnos al mar y apreciar como éste va moldeando, mediante la erosión, el perfil de la costa. Desde la cala se pueden observar diversos salientes rocosos, en ellos cabe la posibilidad de reconocer alguna pareja de cormoranes moñudos y contemplar el vuelo de las gaviotas adouin.

Segunda parada: Nos encontramos sobre un acantilado medio desde el cual podemos apreciar los efectos de la erosión provocados por la acción del oleaje. El desgaste en la base del acantilado provocará por el paso del tiempo desprendimientos de las partes más altas que al caer seguirán sufriendo los efectos de la erosión para así dar lugar a la formación de una cala o playa.

Tercera parada: Desde aquí podemos apreciar como los árboles y arbustos de la vegetación litoral conforman un tapiz de diferentes tonalidades verdes y formas caprichosas. Esta vegetación que nos envuelve consigue adptarse a las brisas y vientos marinos. Así, la cara menos expuesta al mar alberga los brotes más jóvenes de las plantas dándose el crecimiento de éstas en una única dirección, que es lo que conocemos como «efecto bandera».

UN PAISAJE DE CONTRASTES (RUTA ROJA)

Distancia: 4 km Dificultad: baja

Llegamos por la N-340 al desvío que nos indica a Alcossebre, desde allí siguiendo las señales del Parque Natural, encontramos el faro de dicha localidad.

Al comenzar la senda cruzamos el barranco de Malentivet, que desemboca en la cala Mundina, y que es utilizado como límite geográfico del Parque Natural de la Serra d’Irta. Ya desde el principio llama la atención la espesa vegetación que contrasta con el azul del mar.

Primera parada: En esta parte de la costa por la que discurre la senda, observamos acantilados medios que han sufrido y sufren la erosión por la fuerza de las olas. Una buena prueba de ello son los fragmentos rocosos, de considerable tamaño, que se han desprendido de las partes más altas y que podemos observar en la base de estos acantilados.

Segunda parada: La senda continúa entre una vegetación agrupada, que nos obliga a fijarnos si queremos ser conscientes de donde termina y empieza cada una de las especies. El primer claro que se abre en la vegetación nos da acceso a la playa del Serradal, que destaca por el enorme cordón de cantos rodados existente en una de sus orillas. A partir de esta segunda parada seguimos la ruta guiándonos por las marcas de PR que nos conducen hasta la última parada.

Tercera parada: Al pasar por los apartamentos Prestige, situados en primera línea de costa, las marcas de PR nos conducen por encima de los acantilados, bordeamos una cala de reducidas dimensiones y al poco tiempo alcanzamos el final de trayecto en cala Cubanita. Esta cala rodeada por vegetación es la desembocadura del barranco de la Font de la Parra, utilizado como límite geográfico entre los términos municipales de Alcalà de Xivert y Peñíscola.

http://parquesnaturales.gva.es

Información extraida de: www.cth.gva.es

Leave A Reply

You must be logged in to post a comment.